A mi madre le encanta el conejo y a mi también, pero a mi marido y a mi hija no les entusiasma mucho.
Cada vez que a mi madre o a mi se nos antoja conejo suelen decir ¡Ay no!
Pero hoy no solo se lo han comido sin rechistar ¡HAN REPETIDO! JEJEJEJE
Mí marido decía que no le sabía a conejo y además salió muy tierno.
Los ingredientes: Conejo, pimiento rojo, cebolla, ajos, perejíl, dos hojitas de laurel, una cucharadita de romero, un poco de tomillo, sal, pimienta negra, pimentón dulce, apenas de azafrán, una tacita de salsa de tomate frito, un chorrito de vino blanco. También lleva una taza de agua caliente una pastilla de caldo de carne. Y por supuesto aceite de oliva. Como siempre digo las cantidades va en los gustos de cada uno. Mis comidas no son ni saldas, ni picantes, ni grasas.
También le puse menestra de verdura con zanahorias, habichuelas, guisantes, coliflor y coles de Bruselas y medio paquete de alcachofas troceadas. Todo esto es verdura congelada que saqué previamente y que se le va el frío mientras vas cocinando.
Y para acompañar unas papas fritas en cuadros grandes bien doraditas para que no se queden duras por dentro.
Bueno, comencemos con los preparativos, lo primero es poner en el wong un poco de aceite y cuando esté caliente el pimiento rojo, mientras picamos la cebolla y se la añadimos y por último el ajo para que no se queme. Lo dejamos que se quede a medio punto de fritura y lo sacamos con una espumadera escurriendo bien el aceite y lo reservamos.
En ese mismo aceite que ya tiene gustito salteamos el conejo con sal y pimienta negra.
Esta vez lo siento por mi madre pero era un crimen cocinar este conejo sin sal jejejeje, pero ella la muy buitrilla se calló y se lo comió tan agusto. ¡Ni que fuera boba!
Se salta el regimén cuando le interesa, entonces no dice naita.
Bueno seguimos con el conejo, le añadimos el romero, el tomillo y las hojas de laurel. Lo dejamos que se vaya haciendo dándole vueltas y cuando nos aseguramos de no ver nada crudo le ponemos un buen chorro de vino blanco, le damos bastantes vueltas y lo dejamos que se rehogue un rato.
Entonces le añadimos la fritura que teníamos reservada y le damos más vueltas, ese es el truco para que se haga bien y no quede ni crudo, ni duro.
Luego le ponemos un poquito de pimentón dulce y el azafrán, lo movemos un poquito y le añadimos la salsa de tomate y a continuación la taza de caldo. Mezclamos bien y dejamos que rompa el hervor y le añadimos las alcachofas.
Lo dejamos unos diez minutos y le añadimos el resto de la verdura. Mientras vamos friendo las papas.
Dejamos que la salsa vaya reduciendo y... ¡ya está!
Quedo muy rico, el primer sabor que notas es el del romero y termina dejándote el de la alcachofa.De ahí que a mi marido no le supiera a conejo jejejeje se chuparon hasta los dedos.
El perejil se lo puse picado crudo al final, poquito y la ramita para la foto jejejeje
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