Yo siempre tengo que tener algo de ensalada en la mesa al almuerzo y a la cena, porque si no, me falta algo.
Un día compré unos tomates enormes de ensalada preciosos, de esos que se comen solo con mirarlos.
Los llevé a casa y lave uno para comérmelo solo, ¡que decepción, no sabía a nada! y se me ocurrió ponerle algo más que sal. De ahí, múltiples variaciones e inventos para disfrazarlo.
Este disfraz lleva por orden encima del tomate:
Sal
Ajo en polvo
Aceite de oliva
Queso fresco de untar
Atún, también en aceite de oliva (pero escurrido)
Y orégano.
Estos tomates, como yo digo disfrazados jejeje están riquísimos, para comer solos o como guarnición acompañando cualquier cosa. Por ejemplo un San Jacobo.
A qué tiene una pinta increíble. Algo tan simple y tan rico. PROBARLO.
2 comentarios:
valla birria ese san jacobo esta para tirarlo contra la pared
menuda birria jaja disfrazaos jajaja k bueno podias disfrazar tambien al san jacobo de fibra de carbono ese k as hecho haz el fabor y mira lo ke haces por k tiene tela jajaja esfuerzate y no sakes fotos aa cualkier cosa k cocines
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